Enero 1

INTRODUCCIÓN AL PRIMER LIBRO DE SALMOS

Salmo 1:1-6Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

CONTRASTES: EL ÁRBOL Y LA PAJA

TENEMOS una descripción del bienaventurado (vs. 1-31Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. 3Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.) y otra de los malos (vs. 4-64No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento. 5Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 6Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.). La descripción del carácter y de la conducta del justo, el bienaventurado, es la del Señor Jesús, pues nadie se apartó del mal ni nadie llevó fruto para Dios como él. Pero podemos tratar de encontrarnos en este salmo porque es nuestro deber “andar como él anduvo” (1 Jn. 2:6El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.), y se nos dice cómo lograrlo (Col. 2:6,76Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; 7arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.).

Al justo se le describe con negaciones, mediante un trío de verbos que crecen en intensidad: no anduvo, ni estuvo, ni se sentó. Luego se le describe bajo la figura de un “árbol plantado junto a corrientes de aguas” (v.3Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.).

Vemos la delicia, meditación y perseverancia en la lectura de la Palabra de Dios como el secreto de su prosperidad. ¿Es éste nuestro retrato? Lo fue de nuestro Maestro durante su vida terrenal.

La descripción de los malos es mucho más corta: “No así los malos”. Y con eso está dicho todo. No son árboles que resisten el viento tempestuoso, sino “son como el tamo que arrebata el viento” (v.4No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento.).

En nuestros corazones, ¿hay intención de andar en el consejo de los malos (v. 1Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;) o sentimos atracción a la congregación de los justos? (v. 5Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos.).

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