HEMOS visto que en los salmos hay emociones contrastadas. Este es uno de los que contienen ansiedad y preocupación por un lado, y firme confianza por el otro.
El Señor se presenta aquí como fortaleza y escudo dando protección que produce gozo en el corazón y cántico en los labios (v. 7Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré.).
Volvemos a verle como Pastor (v. 9Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréales y susténtales para siempre.). En la primera parte del salmo hay peticiones personales y en la parte final, intercesión por todo el pueblo de Dios. Si hemos experimentado la bendición de Dios, hagamos nuestras peticiones a favor de nuestra familia, nuestra iglesia y todo el pueblo de Dios (v. 8Jehová es la fortaleza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido.). Meditemos en las frases del versículo 9:
1. “Salva a tu pueblo.” No sea de los que duermen (v. 1A ti clamaré, oh Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí, para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden al sepulcro.; Ef. 5:14Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.).
2. “Bendice a tu heredad.” Edifícala en amor (vs. 3,53No me arrebates juntamente con los malos, y con los que hacen iniquidad, los cuales hablan paz con sus prójimos, pero la maldad está en su corazón.
5Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová, ni a la obra de sus manos, el los derribará, y no los edificará.; Ef. 4:16De quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.).
3. “Pastoréales.” Dales corazón que confía en ti (v. 7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré.; 1 Co. 15:58Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.).
4. “Susténtales para siempre.” Dales fortaleza (v. 8Jehová es la fortaleza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido.; Ef. 6:10Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.).
Podemos comparar esta oración intercesora con la de nuestro Señor en Juan 17. El hombre que ha recibido bendiciones de Dios desea que otros disfruten también de ellas y con esto en la mente ora y trabaja por el Señor.
¿Somos débiles? Claro que sí, pero nuestros pies pueden estar firmes sobre la Roca.