HOY queremos ver por qué comenzó la infidelidad de Gomer, para que nos cuidemos de andar en los mismos caminos. Tres ideas fueron concebidas, y como no fueron extraídas, produjeron errores que culminaron en infidelidad. Analicémoslas:
1. Mi sustento (vs. 5,85Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. 8Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.). Nunca vio la mano de su marido que proveía lo necesario. Tal vez jamás le dijo “gracias”. Esto es común. Se piensa que el marido apenas si cumple con su deber al traer el salario al hogar y que la mujer apenas hace lo que le corresponde al hacer los quehaceres domésticos. Por esto se piensa: si es un deber, ¿por qué decir gracias? Que no pase esto en nuestro hogar. Pero más importante aún: que no pase en nuestra relación con Dios. Debemos agradecerle todo lo que tenemos y lo que somos.
2. Mi gozo (v. 11Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades. ). Es un enorme peligro buscar momentos de gozo donde no participa mi cónyuge. Cuando me gozo, ¿participa Dios en ello?
3. Mi vestido (v. 13Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.). ¿Busco atraer el ojo humano o agradar a mi consorte? ¿Me motivan los hombres o Dios?
¡Cuidemos nuestra relación con Dios para no caer como Gomer!