ESTE pasaje está lleno de lenguaje figurado.
1. “Horno encendido” (v. 4Todos ellos son adúlteros; son como horno encendido por el hornero, que cesa de avivar el fuego después que está hecha la masa, hasta que se haya leudado.). Esto se refiere al panadero que alimenta su horno para elevar la temperatura al máximo para lograr así una mejor acción sobre la levadura en su masa. Después deja de preocuparse por el fuego, pues el cocimiento subsecuente es a temperaturas menores. El profeta compara esto con la alimentación de la carne previa a la entrega a placeres pecaminosos.
2. Horno descuidado (v. 6Aplicaron su corazón, semejante a un horno, a sus artificios; toda la noche duerme su hornero; a la mañana está encendido como llama de fuego.). Aquí es un alfarero que mete sus artículos al horno, pero se duerme y sus obras de arte se queman. Hay muchas cosas que se nos dan para provecho, pero por descuidar su desarrollo se vuelven “llama de fuego”. La atracción sexual es una de estas cosas.
3. “Torta no volteada” (v. 8Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín fue torta no volteada.). Somos carne y somos espíritu. La mucha atención a una de estas partes nos hace torta quemada de un lado y cruda del otro.
4. Canas sin saberlo (v. 9Devoraron extraños su fuerza, y él no lo supo; y aun canas le han cubierto, y él no lo supo.). Esto nos habla de deterioro inconsciente. El mejor ejemplo lo es Sansón que “no sabía que Jehová ya se había apartado de él” (Jue. 16:20).
5. “Arco engañoso” (v. 16Volvieron, pero no al Altísimo; fueron como arco engañoso; cayeron sus príncipes a espada por la soberbia de su lengua; esto será su escarnio en la tierra de Egipto.). Como el arquero no puede confiar en un arco torcido, así Dios no podía confiar en su pueblo para cumplir sus propósitos.
No caigamos en los peligros de los que estas figuras nos advierten.