Junio 7

Génesis 33:1-20Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

JACOB Y ESAÚ

ESAÚ trae más hombres contra su hermano que los que tuvo su abuelo al ir a luchar contra cuatro reyes (14:14Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.). Había motivos para temer si no hubiera confianza en Dios (Sal. 27:1-31 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? 2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. 3 Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.).

Jacob formó a su familia y se acercó a Esaú con sumisión y respeto. En vez de recriminaciones y golpes hubo abrazos, besos y lágrimas. ¡Cuán infundados fueron los temores e inútiles los planes de Jacob! O quizás deberíamos escribir: ¡Cuán eficaces sus oraciones y poderoso su Dios! Si un mundano como Esaú pudo perdonar la gran injuria que le había hecho su hermano, ¡cuánto más nosotros, como hijos de Dios, debemos saber perdonar a los que nos ofenden (Ef. 4:32Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.)!

Jacob sabía que sus rebaños y sus hijos no podían viajar tan aprisa como el ejército de Esaú y toma medidas adecuadas, como corresponde a un buen pastor.

¿Y nosotros? ¿Sabemos pastorear suavemente a los que son tiernos en la fe o a los que sufren? ¿Exigimos lo mismo del recién convertido que del creyente maduro? Consideremos lo que dice Isaías 41:10No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. e imitemos a nuestro Buen Pastor. El Señor nos insta a que cuidemos de sus corderos y de sus ovejas (Jn. 21:15-1715Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. 16Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. 17Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. ).

“El Sembrador”
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