Mayo 16

Génesis 21:1-21Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“¿QUÉ TIENES, AGAR?”

¡CUÁN tierna y cariñosa es la pregunta que hace Dios (v. 17Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. )! No fue curiosidad, sino el deseo de ayudar lo que motivó tales palabras (comp. Lc. 18:41diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista.). La situación de Agar es semejante a la de la humanidad entera:

1. Fue desechada (vs. 10,1410Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo. 14Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba.). ¿Por qué? Porque su hijo se burló de Isaac, el don de Dios. El pecado separa de Dios, y el mundo despreció y amontonó escarnio sobre el Hijo que Dios envió.

2. Estaba desesperada (vs. 15,1615Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, 16y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró. ). Faltaba agua y la muerte estaba cerca. ¡Qué cuadro tan gráfico del pecador destituido de la gloria de Dios, sin medios y sin fuerzas para salvarse! (Ro. 3:23por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios; 5:6Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.).

A su tiempo Dios oye la oración del muchacho.

Dios tiene su pozo en cualquier desierto; lo que hace falta son ojos para verlo. ¡Cuántos pecadores perecen de sed con un pozo de agua viva a su alcance! (Jn. 4:10Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.; Ap. 22:17Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.). Para vidas tristes Dios tiene fuentes de consuelo, pero se necesita visión (ojos abiertos) y apropiación (llenar su odre).

El apóstol Pablo toma esta historia y nos dice que es una alegoría, y que Sara y Agar son dos pactos. Por la gracia de Dios nosotros somos, como Isaac, hijos de la promesa (Gálatas 4Ir a la Biblia en línea).

“El Sembrador”
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