Mayo 9

Génesis 15:1-21Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

GRANDES PROMESAS, POCA FE

LAS promesas de Dios siempre son mayores que nuestra fe. Esto es para que nuestra fe, puesta a prueba, se agigante y sea capaz de mejores cosas. Después del rescate de Lot seguramente Abram se sintió pequeño, jefe de una familia de dos personas, sin hijos, sin títulos de propiedad. El temor tenía que estar a la puerta. Pero el Dios Todopoderoso le dice: “No temas” (v. 1Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.). Tenía que esperar de parte de Dios:

1. La protección que el número de soldados y las armas daban a los reyes que eran sus vecinos.

2. El título de propiedad del vasto territorio que le pertenecía.

3. El poder para darle, aun en su vejez, un heredero.

La historia marca que:

1. La protección para Abram y su simiente está en pie hasta nuestros días. La raza hebrea ha sido guardada en forma maravillosa.

2. El “un hijo”, Isaac, es hoy una nación numerosa esparcida por todos los continentes.

3. Los límites de la nación israelí, aunque hoy no están donde Dios lo profetizó (v. 18En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates), demuestran que las naciones vecinas no han podido limitar su territorio a menos de lo que Dios ha permitido.

“El Sembrador”
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