Julio 12

Éxodo 10:1-20Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

SIGUE LA LUCHA

La obstinación de Faraón se opone a la voluntad de Dios y leemos de un endurecimiento del corazón de Faraón y sus siervos. Sirva esto para enseñarnos lo que pasa cuando la insensatez y la impotencia humana se enfrentan a la autoridad y omnipotencia de Dios.

Faraón ofrece a Moisés dos concesiones más. La primera está en el capítulo 8:25,2825Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Andad, ofreced sacrificio a vuestro Dios en la tierra. 28Dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos; orad por mí.. Aquí su oferta está en dos frases:

1. “Id ahora vosotros los varones” (v. 11No será así; id ahora vosotros los varones, y servid a Jehová, pues esto es lo que vosotros pedisteis. Y los echaron de la presencia de Faraón.).

Faraón pensaba que los padres volverían a Egipto si allí dejaban a los hijos. El propósito de Dios es salvar familias enteras (Hch. 16:31Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.), pero hay padres que prefieren que sus hijos adelanten en el mundo aunque sus almas padezcan hambre o se pierdan eternamente.

2. “Queden vuestras ovejas y vuestras vacas” (vs. 24-2624Entonces Faraón hizo llamar a Moisés, y dijo: Id, servid a Jehová; solamente queden vuestras ovejas y vuestras vacas; vayan también vuestros niños con vosotros. 25Y Moisés respondió: Tú también nos darás sacrificios y holocaustos que sacrifiquemos para Jehová nuestro Dios. 26Nuestros ganados irán también con nosotros; no quedará ni una pezuña; porque de ellos hemos de tomar para servir a Jehová nuestro Dios, y no sabemos con qué hemos de servir a Jehová hasta que lleguemos allá.).

Moisés contestó: “No quedará ni una pezuña” (v. 26Nuestros ganados irán también con nosotros; no quedará ni una pezuña; porque de ellos hemos de tomar para servir a Jehová nuestro Dios, y no sabemos con qué hemos de servir a Jehová hasta que lleguemos allá.). No podremos servir a Dios hoy si no le consagramos todo lo que somos y tenemos.

Dios ordenó que los israelitas contaran a sus hijos la historia maravillosa de la salida de Egipto y por eso es que está registrada también en los Salmos (78:42-5742 No se acordaron de su mano, Del día que los redimió de la angustia; 43 Cuando puso en Egipto sus señales, Y sus maravillas en el campo de Zoán; 44 Y volvió sus ríos en sangre, Y sus corrientes, para que no bebiesen. 45 Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban, Y ranas que los destruían. 46 Dio también a la oruga sus frutos, Y sus labores a la langosta. 47 Sus viñas destruyó con granizo, Y sus higuerales con escarcha; 48 Entregó al pedrisco sus bestias, Y sus ganados a los rayos. 49 Envió sobre ellos el ardor de su ira; Enojo, indignación y angustia, Un ejército de ángeles destructores. 50 Dispuso camino a su furor; No eximió la vida de ellos de la muerte, Sino que entregó su vida a la mortandad. 51 Hizo morir a todo primogénito en Egipto, Las primicias de su fuerza en las tiendas de Cam. 52 Hizo salir a su pueblo como ovejas, Y los llevó por el desierto como un rebaño. 53 Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor; Y el mar cubrió a sus enemigos. 54 Los trajo después a las fronteras de su tierra santa, A este monte que ganó su mano derecha. 55 Echó las naciones de delante de ellos; Con cuerdas repartió sus tierras en heredad, E hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel. 56 Pero ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo, Y no guardaron sus testimonios; 57 Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres; 105:26-3626 Envió a su siervo Moisés, Y a Aarón, al cual escogió. 27 Puso en ellos las palabras de sus señales, Y sus prodigios en la tierra de Cam. 28 Envió tinieblas que lo oscurecieron todo; No fueron rebeldes a su palabra. 29 Volvió sus aguas en sangre, Y mató sus peces. 30 Su tierra produjo ranas Hasta en las cámaras de sus reyes. 31 Habló, y vinieron enjambres de moscas, Y piojos en todos sus términos. 32 Les dio granizo por lluvia, Y llamas de fuego en su tierra. 33 Destrozó sus viñas y sus higueras, Y quebró los árboles de su territorio. 34 Habló, y vinieron langostas, Y pulgón sin número; 35 Y comieron toda la hierba de su país, Y devoraron el fruto de su tierra. 36 Hirió de muerte a todos los primogénitos en su tierra, Las primicias de toda su fuerza.). ¿Les contamos a los nuestros la historia de nuestra redención?

“El Sembrador”
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