Julio 4

Éxodo 4:1-31Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LAS EXCUSAS DE MOISÉS

Moisés presenta como primera excusa la incredulidad del pueblo, pero da evidencia de que también hay incredulidad en su propio corazón. ¡Cuántas veces culpamos a otros de faltas que también son las nuestras! Aprendamos a sacar primero la viga de nuestro ojo antes de tratar de sacar pajas de ojos ajenos (Mt. 7:3¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?).

Moisés encuentra tres pretextos más para no obedecer a Dios:

1. Falta de autoridad (v. 1Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.). Dios responde a esto dándole tres credenciales. La vara en su mano se vuelve serpiente y luego vuelve a ser vara de pastor. Esto habla del PODER de Dios que vence el mal exterior. La mano que se vuelve leprosa y luego sana, habla de PUREZA y de victoria sobre el mal interior. Volver las aguas en sangre habla de PREDICCIÓN de juicio. El que rechaza las primeras dos señales recibirá el juicio (Jn. 16:8-118Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9De pecado, por cuanto no creen en mí; 10de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.).

2. Falta de elocuencia (v. 10Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.). Dios prometió darle palabras. Prometió lo mismo a Isaías y a Jeremías, y nos promete lo mismo a nosotros (Is. 6:7y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.; Jer. 1:9Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.; Lc. 21:15porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan.).

3. Falta de capacidad (v. 13Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar.). Nosotros tampoco somos suficientes para hacer la obra de Dios, pero “nuestra competencia proviene de Dios” (2 Co. 3:5no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, ).

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