Julio 7

Éxodo 7:1-25Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LA LUCHA COMIENZA

Las plagas no fueron enviadas con espíritu vengativo sino como juicios contra los “dioses de Egipto” (12:12Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. ).

Los egipcios adoraban a su río. La lluvia caía lejos, en las montañas del Africa central, pero el pueblo no pensaba en eso. Veía un río poderoso y no levantaba los ojos al cielo donde está el Dios vivo, el Creador del río.

En contraste con Egipto está la tierra prometida que depende de “la lluvia del cielo” (Dt. 11:10-22 10La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza. 11La tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo; 12tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin. 13Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, 14yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. 15Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás. 16Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos; 17y se encienda el furor de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra que os da Jehová. 18Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. 19Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, 20y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas; 21para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra. 22Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él,). ¡Qué bien elige Dios sus figuras! Egipto es una franja angosta regada por el río Nilo que lucha constantemente contra el desierto. Esto nos habla del conflicto permanente entre la vida y la muerte en este mundo en que vivimos.

El hombre de hoy depende de recursos naturales (así los llama) y se empieza a preocupar porque se están acabando. El creyente depende del pan cotidiano que le da su Padre que está en los cielos. El egipcio y el hombre moderno quieren independizarse de Dios, pero tienen que aprender que tal independencia conduce a juicio.

Dios vence al río al convertir sus aguas en sangre. Temblores, sequías, huracanes, etc., son un aviso al hombre moderno de que hay un Creador.

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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