Septiembre 1

Deuteronomio 6:1-25Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

EL SECRETO ESTÁ EN EL HOGAR

La nación será lo que en el hogar se enseñe. La responsabilidad de un padre es enorme. Educar a los hijos no es cosa fácil y es imposible si no se siguen los decretos de Dios. Estos son:

1. Mi corazón debe estar bajo su control (v. 6Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón). Nada debe entrar o salir de mi vida que no esté de acuerdo a sus mandamientos.

2. Mi vida privada (casa) y mi vida pública (camino) deben ser un testimonio viviente de lo buena y justa que es la ley de Dios. Esto debe incluir también mis proyectos: al concluirlos (acostarme) o al planearlos (levantarme), debo dejar ver que Dios tiene el control (v. 7y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.).

3. Lo que hago (manos), lo que observo (ojos) y lo que permito (puertas), debe ser examinado frente a la luz de sus estatutos (vs. 8,98Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.).

La frase: “Las repetirás a tus hijos” que encontramos muy a menudo, no debe llevarnos a pensar en la voz fría de un testigo que dice lo que vio y oyó, sino en la acción de un maestro que busca impartir lo que aprendió. Nuestra vida debe respaldar fuertemente nuestra enseñanza si deseamos lograr este objetivo.

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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