Esta profecía (v. 14Esto fue revelado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos: Que este pecado no os será perdonado hasta que muráis, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.), fue escrita contra Jerusalén cuando reinaba Ezequías. Había prosperidad, pues Ezequías tuvo muchas riquezas, aumentó sus depósitos y multiplicó su ganado (2 Cr. 32:27-2927Y tuvo Ezequías riquezas y gloria, muchas en gran manera; y adquirió tesoros de plata y oro, piedras preciosas, perfumes, escudos, y toda clase de joyas deseables. 28Asimismo hizo depósitos para las rentas del grano, del vino y del aceite, establos para toda clase de bestias, y apriscos para los ganados. 29Adquirió también ciudades, y hatos de ovejas y de vacas en gran abundancia; porque Dios le había dado muchas riquezas. ), y Jerusalén se había vuelto una ciudad turbulenta y alegre (v. 2Tú, llena de alborotos, ciudad turbulenta, ciudad alegre; tus muertos no son muertos a espada, ni muertos en guerra.).
Jehová reprochaba a Ezequías las cosas que había realizado sin haberle consultado (vs. 7-11,137Tus hermosos valles fueron llenos de carros, y los de a caballo acamparon a la puerta. 8Y desnudó la cubierta de Judá; y miraste en aquel día hacia la casa de armas del bosque. 9Visteis las brechas de la ciudad de David, que se multiplicaron; y recogisteis las aguas del estanque de abajo. 10Y contasteis las casas de Jerusalén, y derribasteis casas para fortificar el muro. 11Hicisteis foso entre los dos muros para las aguas del estanque viejo; y no tuvisteis respeto al que lo hizo, ni mirasteis de lejos al que lo labró.
13y he aquí gozo y alegría, matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, diciendo: Comamos y bebamos, porque mañana moriremos.), aquellas que no realizó y que debería haber hecho (v. 1212Por tanto, el Señor, Jehová de los ejércitos, llamó en este día a llanto y a endechas, a raparse el cabello y a vestir cilicio;) y por tener a Sebna, un extranjero, por tesorero.
Ezequías también tenía un enemigo, Senaquerib, y esto ocasionó que, aconsejado por hombres, tomara decisiones innecesarias (2 Cr. 32:2Viendo, pues, Ezequías la venida de Senaquerib, y su intención de combatir a Jerusalén, ). Por todo esto, Dios no lo perdonó. ¿Cuál fue su pecado? No guió a su pueblo por caminos de sumisión y reverencia, sino por veredas de algarabía y desconocimiento de la voluntad de Dios (vs. 12,1312Por tanto, el Señor, Jehová de los ejércitos, llamó en este día a llanto y a endechas, a raparse el cabello y a vestir cilicio; 13y he aquí gozo y alegría, matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, diciendo: Comamos y bebamos, porque mañana moriremos.).
Meditemos: ¿Hacemos decisiones a la ligera presionados por las circunstancias? ¿Tenemos en nuestra vida algo extraño (un Sebna) que nos será reprochado en el Tribunal de Cristo? ¿Cómo hemos respondido ante las bendiciones espirituales que tenemos (Ef. 1:3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,)?