Este capítulo contiene proverbios antitéticos donde la segunda parte ofrece la otra cara de la moneda en relación a lo afirmado en la primera.
Tomemos nota de algunos que señalan lo que hace la maldad.
1) Causa miedo (v. 1Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león.). La conciencia nos hace cobardes a todos (Jn. 8:9Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.; Hch. 24:25Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.). Al malo le persigue su pasado (Nm. 32:23Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará.), pero al redimido le siguen el bien y la misericordia de Dios (Sal. 23:6Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.). Por eso, en vez de huir, “está confiado como un león”.
2) Causa tristeza (v. 2Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos; Mas por el hombre entendido y sabio permanece estable.). ¡Cuántos gemidos hay en la tierra por causa del pecado (Ro. 8:22Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora)!
3) Causa ceguera (v. 5Los hombres malos no entienden el juicio; Mas los que buscan a Jehová entienden todas las cosas.). El estado del corazón afecta la manera de razonar. La maldad engendra insensatez. El impío no sólo no puede sino que no quiere creer.
4) Causa vergüenza (v. 7El que guarda la ley es hijo prudente; Mas el que es compañero de glotones averg:uenza a su padre.). Pablo pregunta: “¿Qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis?” (Ro. 6:21¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.).
5) Causa endurecimiento (vs. 9,149 El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable. 14 Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Mas el que endurece su corazón caerá en el mal.). La oración del impío es un insulto a Dios. Orar sin arrepentimiento y confesión es un ejercicio religioso que no satisface a Dios y endurece el corazón de quien lo practica.