Marzo 14

Marcos 6:30-56Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

INVITACIÓN A DESCANSAR

Los apóstoles, emocionados porque su Maestro había compartido con ellos su ministerio (6:7-137Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. 8Y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente bordón; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto, 9sino que calzasen sandalias, y no vistiesen dos túnicas. 10Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de aquel lugar. 11Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad. 12Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. 13Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.), se habían entregado a muchas tareas sin descanso y terminarían por desfallecer bajo la agobiante carga que se habían impuesto (v. 31El les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer.).

El descanso en el desierto no era la cesación de labores, pues no podemos aceptar que el Señor en su omnisciencia no haya visto la enorme multitud que allí le esperaba (v. 33Pero muchos los vieron ir, y le reconocieron; y muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él.). El descanso se hallaba en aprender la lección encerrada en la indicación: “Dadles vosotros de comer” (v. 37Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?).

Queremos hacer tanto, que muchas veces el Señor nos ordena hacer más con el único fin de que examinemos nuestros recursos, veamos cuán inadecuados son y acudamos a su poder para que él los multiplique. Dejar que su poder actúe es descansar.

La lección se repitió. En el mar, las fuerzas se agotaban remando contra el viento para cumplir con la orden del Señor (vs. 45-4845En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 46Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; 47y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra. 48Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles.). Cuando el Maestro sube a la barca les hace descansar calmando el viento y se asombran, “porque aún no habían entendido” (v. 52Porque aún no habían entendido lo de los panes, por cuanto estaban endurecidos sus corazones.).

Aprendamos a descansar. No tratemos de suplir las necesidades de otros o de cumplir las órdenes del Señor en nuestras propias fuerzas.

“El Sembrador”
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