Marzo 19

Marcos 9:14-32Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“¿POR QUÉ NOSOTROS NO PUDIMOS?”

Hoy nos trasladamos de cima a sima; de la cúspide del monte de la transfiguración al abismo de la necedad humana; del gozo del cielo al tormento del infierno; de las glorias de la comunión divina a la insensatez de la incredulidad humana. Dentro de este marco de incredulidad y bajo la sombra del infierno está la triste confesión: “No pudimos” (v. 28Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?).

Necesitaban de “oración y ayuno” (v. 29Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.), pero, ¿cómo cambiaría esto la situación? La reacción del espíritu inmundo nos da la respuesta: no ofreció resistencia hasta que vio a Jesús (v. 20Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.).

El ruego del padre del muchacho nace cuando oye la voz de autoridad del Maestro (vs. 19,24 19Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo. 24E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. ). La imposibilidad se borra cuando el discípulo siente el poder de Dios y actúa en fe (v. 23Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.).

Resumámoslo así: oración y ayuno no son requisitos para poder actuar. Nos hablan de una norma de vida que permite al Maestro vivir en su discípulo porque éste se entrega cada día sobre el altar de la abnegación.

Si Satanás ve que Cristo vive en mí, temblará. Si mi vecino oye a Cristo hablar en mí, clamará. Si yo siento que Cristo vive en mí podré decir: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.).

“El Sembrador”
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