Marzo 9

Marcos 4:1-25Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“MIRAD LO QUE OÍS”

Una frase muy común en las parábolas del Señor es: “El que tiene oídos para oír, oiga” (v. 9Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.). Pablo ilumina esto al escribir: “La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Ro. 10:17Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.). Si la semilla es la palabra (v. 14El sembrador es el que siembra la palabra.), el crecer de ésta es la fe. Veamos cuatro casos:

1) La semilla es arrebatada del corazón por tanto no se entiende y la fe en Dios no aparece.

2) Hay obstáculos y por no haber oído bien no hay base segura para la fe y ésta muere.

3) La semilla crece rodeada de espinos que la ahogan. Es una fe que no respira, que no se alimenta y que no se ejercita. También muere sin dar fruto.

4) Esta cae en tierra buena, se recibe con gozo, echa raíces firmes, es fe en Dios, respira y se alimenta porque es una fe viva.

Esta fe agrada a Dios y logra sus objetivos (Stg. 2:20-2620¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 21¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. 24Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 25Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? 26Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.; 1 P. 1:6-96En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.).

La fe que da fruto es la fe que obedece. No cumplir con una orden puede ser rebeldía (como en el primer caso, cuando se negó a escuchar); puede ser ignorancia (porque no se escuchó con atención) o puede ser ineptitud (se quedó en el nivel de lo teórico sin pasar a lo práctico). Nuestra fe, ¿es una fe que obedece?

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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