Abril 3

Levítico 3:1-17Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LA OFRENDA DE PAZ

Esta ofrenda es muy diferente a las otras. De ella sí participaba el oferente (7:15Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.). Aunque había una secuencia obligatoria. Se infiere que le debiera preceder un holocausto (v. 5Y los hijos de Aarón harán arder esto en el altar, sobre el holocausto que estará sobre la leña que habrá encima del fuego; es ofrenda de olor grato para Jehová.) y eso es más aparente si pensamos en la figura de esta ofrenda.

Es figura de Cristo y vemos en ella cómo él llena y satisface nuestras vidas y vivifica nuestro espíritu. ¿Podré sentir el gozo del Señor en mi vida si antes no me entrego a él en holocausto? Cuántos hay que se quejan que Dios no contesta sus oraciones, que su vida no es feliz, que se sienten faltos de poder, que siempre están rodeados de fracasos... Para ellos cabe esta pregunta: ¿Se han entregado sin reserva a Dios?

Primero va el holocausto y sólo después de esa entrega se podrá gozar de la vida abundante en Cristo. En el holocausto pienso en Cristo y le digo a Dios: Hazme acepto en Cristo. Recíbeme en su nombre. Así es como yo muero para que Cristo viva en mí. “Pondrá su mano sobre...” (v. 2Pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y la degollará a la puerta del tabernáculo de reunión; y los sacerdotes hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor.), significa aceptarlo como sustituto. En la ofrenda de paz, pienso en Cristo y digo: Hazme vencedor en Cristo y vivifícame en su nombre.

“El Sembrador”
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