Mayo 10

Josué 3:1-17Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

EL JORDÁN

La poesía religiosa iguala a este río con la muerte, sin embargo, a la luz de Hebreos 4:1-13Ir a la Biblia en línea, la tierra prometida no es el cielo que se goza eternamente y sin necesidad de luchas y batallas: es lo que gozamos con Cristo en esta vida después de haber creído (Heb. 4:2,32Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. 3Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. ).

La poesía bíblica frecuentemente une al Mar Rojo y al río Jordán (Sal. 66:6Volvió el mar en seco; Por el río pasaron a pie; Allí en él nos alegramos.; 114:3El mar lo vio, y huyó; El Jordán se volvió atrás.). Notemos que sólo dos, Josué y Caleb, pasaron por ambos lugares. Para los demás fue una experiencia única, comparable con aquella que nos une con Cristo en su muerte (Ro. 6:3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?); día en que dimos testimonio de morir al pecado y vivir para Cristo.

El Mar Rojo nos habla del poder de Dios (una vara en alto) que abrió el camino y destruyó al enemigo para empezar a gozar una vida de comunión con Dios. El Jordán hace resaltar la decisión del hombre (los pies que tocan el agua), que es el primer paso de fe que nos llevará a una vida victoriosa frente a nuestros enemigos. Entonces, el Mar Rojo y el río Jordan son dos aspectos complementarios de una misma experiencia.

No hay poder sin fe, ni victoria sin comunión.

“El Sembrador”
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