Es importante que analicemos su estrategia:
1. Usa mentira para presentar un caso diferente al que la Biblia sanciona como pecado: dijeron que venían de lejos y por lo consiguiente no caían bajo la maldición pronunciada para las naciones de Canaán.
2. Usa adulación para presentar propósitos rectos: las palabras bien calculadas sobre el Nombre de Jehová pintan un cuadro de reverencia que borró toda duda sobre idolatría. “Si vienen buscando a Dios, ¿quiénes somos nosotros para pararnos en su camino?”, es lo que diríamos nosotros en casos similares hoy.
3. Apela a los sentimientos para hacer decisiones apresuradas. Pan mohoso, vestidos rotos, zapatos viejos, hicieron que se compadecieran de ellos y les perdonaran la vida.
La estrategia fue planeada para hacerlos actuar en nombre de Jehová (v. 9Y ellos respondieron: Tus siervos han venido de tierra muy lejana, por causa del nombre de Jehová tu Dios; porque hemos oído su fama, y todo lo que hizo en Egipto), sin consultar a Jehová (v. 14Y los hombres de Israel tomaron de las provisiones de ellos, y no consultaron a Jehová.). Cuando Satanás apela a nuestra madurez, a nuestro conocimiento de Cristo y aun a nuestros deberes de amar al prójimo, ¿hacemos lo mismo? No juzguemos al pueblo sino aprendamos la lección. Nunca tomemos decisiones sin consultar a Dios.