El incidente de este pasaje nos ilustra tres posturas diferentes frente a la Biblia:
1. La de un hombre de ciencia sin temor a Dios.
Este se burla. Detener los astros, hacer a un lado las leyes de la gravedad... ¡Imposible! Además, el sol no gira alrededor de la tierra sino ésta alrededor del sol. Argumenta que la Biblia está llena de fábulas.
2. La de un hombre con temor de Dios, pero sin base científica.
Este busca cerrar la boca del otro con: “Dios es Todopoderoso”. Pero lo dice dudando, pues sabe que detener al universo demanda tanta energía como crear un universo nuevo. Argumenta que Josué dijo sol en vez de tierra, o que los versículos están en lenguaje poético, etc.
3. La de un hombre con temor de Dios y con estudios científicos.
Éste espera que la ciencia resuelva su problema. “El sol se paró... casi un día” (v. 13Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.), puede no referirse al astro sino al tiempo. La teoría de relatividad espacial de Einstein permite la modificación del factor tiempo con un consumo mínimo de energía. Además, la ciencia-ficción de hoy ve factible que un hombre biónico actúe a súper velocidad. Si Dios acelera el reloj biónico del hombre, éste verá que el sol se para.
Seamos pacientes para entender los misterios de Dios.
No luchemos contra los necios que dicen en su corazón: No hay Dios.