Estas tres palabras resumen el reinado de Asa, rey que hizo lo bueno y lo recto a pesar de ser hijo de un rey tan malo. Él buscó a Dios y mandó a Judá a buscar a Jehová y a obedecerle (v. 4y mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos. ). Quita lo malo de la tierra y fortifica a las ciudades. La fe debe ser probada y Zera, etíope, viene contra Asa con un ejército veinte veces más poderoso que el suyo (v.9Y salió contra ellos Zera etíope con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros; y vino hasta Maresa.).
Antes de la batalla, Asa pronuncia una oración sencilla y hermosa. Podemos aprender mucho de ella (v. 11Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: ¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre.):
1) CONOCIMIENTO. Dios es poderoso y su presencia cancela toda diferencia entre fuerte y débil, humanamente hablando.
2) CLAMOR. “Ayúdanos”. Dios necesita oír nuestra voz y ver nuestra fe antes de actuar.
3) CONFIANZA. “En ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército.” Sabía que los enemigos del pueblo de Dios eran los enemigos de Dios mismo. Esta clase de oración recibe pronta respuesta: una victoria completa.
Obedezcamos a Dios, confiemos en su poder saliendo en su nombre contra el enemigo. Así obtendremos victorias para su gloria.