¡Cuánta riqueza tenía Salomón! Todo era de oro. Durante su reinado la plata era como piedras y el cedro como la madera más común.
Nada se dice aquí de la condición espiritual del rey. En el Libro de Crónicas no se mencionan los fracasos de Salomón como tampoco se menciona el gran pecado de David. Se describe su reinado sin mancha ni menoscabo. Así será el reino de Cristo. Pero sí podemos ver indicios de la decadencia espiritual de Salomón propiciada por su prosperidad material.
Salomón no aparece en la lista de los héroes de la fe en Hebreos 11Ir a la Biblia en línea (sitio externo). Empleó su riqueza para su propia comodidad y vanagloria. Multiplicó oro, caballos y mujeres, y despreció la Palabra de Dios y no usó de la sabiduría que enmarcó sus primeros años.
Salomón es una gran advertencia para el que cree que la juventud es la etapa difícil de la vida. Él venció las tentaciones de la juventud, pero fue vencido por la prosperidad en su madurez.
Seamos buenos administradores de lo que Dios ha puesto en nuestras manos. Es mejor la obediencia que el oro, y la fidelidad que la fama.