En capítulos anteriores hemos visto a David postrado sobre su rostro como PENITENTE (21:16Y alzando David sus ojos, vio al ángel de Jehová que estaba entre el cielo y la tierra, con una espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, vestidos de ropas ásperas.), y delante de Jehová como ADORADOR (17:16Y entró el rey David y estuvo delante de Jehová, y dijo: Jehová Dios, ¿quién soy yo, y cuál es mi casa, para que me hayas traído hasta este lugar?). En este capítulo lo vemos de pie ante el pueblo como SIERVO (28:2Y levantándose el rey David, puesto en pie dijo: Oídme, hermanos míos, y pueblo mío. Yo tenía el propósito de edificar una casa en la cual reposara el arca del pacto de Jehová, y para el estrado de los pies de nuestro Dios; y había ya preparado todo para edificar.). Si queremos que nuestro servicio sea eficaz sigamos estos pasos y hagámoslo en esa secuencia.
Las palabras dichas al pueblo son parecidas a las dichas a Salomón en privado (cap. 22IR A LA BIBLIA EN LÍNEA). Consideremos los consejos que salen del corazón del padre que desea lo mejor para su hijo.
Debemos dar esta clase de consejos a nuestros hijos y hermanos, pero antes debemos practicarlos:
1) “Reconoce al Dios de tu padre” (v. 9Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.). ¿Qué lugar tiene Dios en nuestros planes? Debe ser claro ante los ojos de los que nos rodean que Jesucristo es Señor, antes y después de cada acción que ejecuto.
2) “Sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario” (v. 9Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.). Que no se queden las cosas en discusiones y reuniones de planeación. Es necesario poner manos a la obra y cumplir el ministerio que Dios nos ha encomendado.
En el versículo 20Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová. se repite la exhortación y va acompañada de grandes y preciosas promesas. Leamos otra vez este versículo y escuchemos en él la voz de nuestro Señor hablándonos personalmente.