Hay dos opciones para el pecador.
a) Una es huir de Dios, pero esto el hombre NO LO PUEDE hacer. Tras el león está el oso, tras el oso la culebra.
b) Otra es buscar a Dios. Pero esto el hombre NO LO QUIERE hacer.
Cuatro veces está la invitación. Esto nos habla de:
1) La razón (v. 4Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis): “viviréis”. Quien busca a Jehová busca su misericordia, y quien lo hace a tiempo no será desechado.
2) La consecuencia (v. 6Buscad a Jehová, y vivid; no sea que acometa como fuego a la casa de José y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague.). No buscarle es esperar que el fuego de Dios lo consuma. El amor de Dios ha provisto en Cristo un sustituto (Ro. 5:8Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros) y buscarlo es aprovechar la oferta.
3) El objeto (v. 8buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre). Busquemos al que hizo las estrellas y gobierna el tiempo (Gn. 1:14,1514Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.), controla las aguas que riegan la tierra y está en sus manos el querer y el poder bendecir (Mr. 1:40Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.).
4) La demostración (v. 14Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís. ). Si hemos decidido buscar a Dios, esto se dejará ver en los motivos de todas nuestras acciones.
¿Usted busca a Dios o huye de él?