El día de la cosecha ha llegado, el campesino recoge sus frutos, los amontona en su carro y procede a asegurarse que ninguno de ellos se caiga por el camino cuando va rumbo a su casa. Ese carro apretado, bien amarrado, lleno de lo mejor, es lo que usa Amós para su primera ilustración. Las gavillas nos hablan de los pecados atroces que este pueblo tenía en su haber y ninguna excusa, ningún movimiento de hombros hará que algún pecado caiga de la cuenta.
Tres posturas inútiles (v. 14y el ligero no podrá huir, y al fuerte no le ayudará su fuerza, ni el valiente librará su vida.):
1) EL LIGERO, como Jonás, que piensa poder huir de la presencia de Dios (Jon. 1:3Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.).
2) EL FUERTE, como Acab (1 R. 22:34Y un hombre disparó su arco a la ventura e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura, por lo que dijo él a su cochero: Da la vuelta, y sácame del campo, pues estoy herido.), que piensa poder cambiar los planes de Dios.
3) EL VALIENTE, como Acán (Jos. 7:20Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel, y así y así he hecho.), que no se salva por confesión tardía.
Ni el arco (mi destreza), ni mis pies (mis movimientos), ni mi caballo (mis posesiones), cambiarán en lo más mínimo el castigo que Dios, por mi pecado, ha decretado en mi contra (v. 15El que maneja el arco no resistirá, ni escapará el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvará su vida.).
Mensaje lúgubre el de Amós, pero no así el de Cristo que nos habla de luz en estas tinieblas (Jn. 5:24De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.), y es porque él llevó nuestro “carro lleno de gavillas” (Is. 53:5,6 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.).