Dios no ha cancelado las promesas a Israel hechas al patriarca Abraham y al rey David. Lo que ha hecho es posponerlas hasta el día del retorno de Cristo a la tierra.
Si recordamos que es Israel, y no la iglesia, la que está ante nosotros en este capítulo, evitaremos errores graves de interpretación. En la nación de Israel hoy, como en los tiempos de Elías, hay una minoría creyente (vs. 2-52No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: 3Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? 4Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. 5Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.) y una mayoría ciega (vs. 6-106Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. 7¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos; 8como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy. 9Y David dice: Sea vuelto su convite en trampa y en red, En tropezadero y en retribución; 10 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y agóbiales la espalda para siempre.). Pablo se identifica con la minoría que Dios ha recibido por gracia. Dios ha puesto a su pueblo a un lado en su SEVERIDAD y esto resultó para el bien de los gentiles (vs. 11,1711Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos. 17Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo). Pero llegará el día cuando los restaurará en su BONDAD (v. 22Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado. ).
El cristianismo debe escuchar el consejo que se le da en estos versículos. Por su jactancia e incredulidad Dios pronto arrancará las ramas injertadas o, cambiando la figura, vomitará de su boca a la tibia Laodicea (Ap. 3:16Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. ).
Cuando esto suceda, entonces habrá llegado la hora de la restauración de la nación de Israel a sus privilegios y glorias originales.