Noviembre 19

Jeremías 49:1-22Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

AMÓN Y EDOM

Amón es pueblo hermano de Moab (vea comentario de ayer). Al igual que éste, fue ayudado por Dios para derrotar a gigantes que poseían la tierra: los zomzomeos y los emitas (Dt. 2:11,20,2111Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anac; y los moabitas los llaman emitas. 20(Por tierra de gigantes fue también ella tenida; habitaron en ella gigantes en otro tiempo, a los cuales los amonitas llamaban zomzomeos; 21pueblo grande y numeroso, y alto, como los hijos de Anac; a los cuales Jehová destruyó delante de los amonitas. Estos sucedieron a aquéllos, y habitaron en su lugar); así como Jehová también ayudó a Esaú (Dt. 2:22como hizo Jehová con los hijos de Esaú que habitaban en Seir, delante de los cuales destruyó a los horeos; y ellos sucedieron a éstos, y habitaron en su lugar hasta hoy.). ¿Cómo reaccionaron ante esta demostración del cuidado de Dios? Moab, como vimos, quiso exterminar a los hebreos. Esaú (Edom) se burlaba de ellos. De Amón sólo leemos que fueron usados por Dios para castigarlos en la apostasía en tiempos de Jefté (Jue. 11:4,54Aconteció andando el tiempo, que los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel. 5Y cuando los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel, los ancianos de Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob).

Ésta parece ser la base fundamental en la diferencia de su sentencia. El castigo de Amón es sólo correctivo. “Después de esto haré volver a los cautivos” (v. 6Y después de esto haré volver a los cautivos de los hijos de Amón, dice Jehová.), promete Dios a los hijos de Amón. Pero el castigo de Esaú es para destrucción.

Será bueno leer otra vez la profecía de Abdías y su comentario (Sept. 17“¿QUIÉN ME DERRIBARÁ A TIERRA?”). Hace dos meses leíamos de su extremada confianza en sí mismos (v. 16Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.) y el desprecio total a la voz de Dios.

Hay una advertencia para nosotros hoy: No seamos fornicarios o profanos como Esaú (Heb. 12:16no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.).

“El Sembrador”
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