Noviembre 5

Jeremías 35:1-19Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“HEMOS OBEDECIDO”

¿Qué es lo que debemos aprender aquí (v. 8Y nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas)? ¿Paternidad responsable?, ¿la sujeción de los hijos?, ¿el poder de la influencia y del ejemplo? o ¿simplemente la abstinencia de bebidas alcohólicas por voluntad propia?

Dios, por esta señal, quiso que el pueblo aprendiera a obedecerle (v. 13Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Ve y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? dice Jehová.). La palabra de Jonadab no podía ser más firme que la de Jehová (v. 14Fue firme la palabra de Jonadab hijo de Recab, el cual mandó a sus hijos que no bebiesen vino, y no lo han bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre; y yo os he hablado a vosotros desde temprano y sin cesar, y no me habéis oído.). ¿Acaso faltaría más disciplina? ¿Faltaría más amor de parte de Dios? La personalidad de Jonadab se perfila completamente en el momento en que toma parte en el exterminio de los siervos de Baal (2 R. 10:15Yéndose luego de allí, se encontró con Jonadab hijo de Recab; y después que lo hubo saludado, le dijo: ¿Es recto tu corazón, como el mío es recto con el tuyo? Y Jonadab dijo: Lo es. Pues que lo es, dame la mano. Y él le dio la mano. Luego lo hizo subir consigo en el carro), pero aumenta al haber imitado, por obediencia a Dios, la fe de Abraham: “habitó como extranjero” (Heb. 11:9Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; v. 7ni edificaréis casa, ni sembraréis sementera, ni plantaréis viña, ni la retendréis; sino que moraréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la faz de la tierra donde vosotros habitáis.), y más aún, dejar establecida a su descendencia esta bendición.

Los setenta años que duraría el pueblo en cautividad serían para aprender a obedecer (v. 17Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí traeré yo sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado; porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido.). Nosotros no somos la excepción: En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo “y aunque era Hijo,... aprendió la obediencia” (Heb. 5:8-108Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 10y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.).

Para pensar: ¿Hay demostración en mi vida de que estoy en la escuela de la obediencia?

“El Sembrador”
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