En esta sección del Libro vemos a este rey gentil como instrumento en las manos de Dios (ver introducción). Sin duda el pueblo se preguntaba: ¿Cómo es posible que Dios llame “mi siervo” a un gentil? Es de notarse que, al mismo tiempo que Jeremías exhortaba a Joacim (v. 1En el principio del reinado de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:) y lo condenaba por su pecado, Dios estaba hablando con Nabucodonosor (Dn. 4:5Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron.) y éste sí oyó la voz de Dios, reconoció su pecado y se humilló ante el Dios y Señor de toda la tierra.
Aprendamos esto: “Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Sal. 51:17Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.). También, nadie debe despreciar la exhortación de Dios ni su disciplina que él como a hijos, nos envía (Heb. 12:5-11Ir a la Biblia en línea).
Esta lección la comentó el Señor Jesús al decir: “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Mt. 23:12Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.). Pero Joaquín y Sedequías no quisieron aprender esto. ¿Resultado? Leámoslo en 2 Reyes 25:8-21Ir a la Biblia en línea.
¿Qué debemos hacer nosotros? Atender la advertencia del Señor: “Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado” (Mt. 13:12Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.).