¿Qué sucede? ¿Por qué es que esta lectura nos ha movido a adorar al Señor? ¿Será que lo que nos conmueve es lo que ahora vemos cumplido en el pueblo judío (v. 22 me seréis por pueblo, y yo seré vuestro Dios., Jn. 10:16,2816También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.)?
La orden dada a Jeremías fue escribir un libro que dirigiera la vista del pueblo hacia el futuro (vs. 2,32Así habló Jehová Dios de Israel, diciendo: Escríbete en un libro todas las palabras que te he hablado. 3Porque he aquí que vienen días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán.). Es indudable que se trata de los últimos días. No tenemos más que dar una hojeada a la historia contemporánea para darnos cuenta que lo escrito por Jeremías acerca del pueblo judío es lo que ahora asombra al mundo entero.
¿Cómo es que un pueblo insignificante y próximo a la extinción posea ahora territorio propio y sea un estado reconocido entre las naciones? Todos tienen que ver que detrás de esto está la mano y la promesa de Dios, que señaló que su pueblo tendría que entrar en un reposo, solamente que por la provocación no pudieron obtenerlo inmediatamente (Heb. 3:7-117Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, 8 No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, 9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. 10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos. 11 Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.).
La expresión: “¡Ah, cuán grande es aquel día!” (v. 7¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.), nos lleva a pensar en los últimos tres años y medio de la gran tribulación. No habrá otro día semejante a él, “tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado” (v. 7¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.).
Oremos este día por el pueblo de Dios, Israel, y adoremos usando el pensamiento de Romanos 8:35-3735¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó..