Este es el único Salmo en el tercer libro adjudicado a David. Es una oración dividida en cuatro partes y cada una, al final, da una razón para orar.
1. “Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador...” (v. 5Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.).
2. “Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; sólo tú eres Dios” (v. 10Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; Sólo tú eres Dios.).
3. “Porque tu misericordia es grande para conmigo...” (v. 13Porque tu misericordia es grande para conmigo, Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.).
4. “Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste” (v. 17Haz conmigo señal para bien, Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste.).
Hagamos nuestras, a lo menos, las dos peticiones que están en el versículo 11Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre.:
a) “Enséñame, oh Jehová, tu camino”. El camino es una persona; la persona es Cristo. No basta conocer la verdad; debemos caminar en ella.
b) “Afirma mi corazón”. ¡Cuán inestable, cuán voluble es nuestro corazón! Hoy siente una cosa, mañana otra.
El apóstol Juan nos habla de esto y nos insta a asegurar nuestro corazón delante de Dios (1 Jn. 3:19Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él). Mientras Cristo no reine en nuestro corazón no habrá paz ni prosperidad en nuestra vida.
Tarea: Subraye los nombres y atributos de Dios; las peticiones y todas las veces que dice “porque”. Use un color distinto para cada cosa.