Al comentar el capítulo 5Ir a la Biblia en línea (sitio externo) decíamos que el primer banquete para Asuero y Amán era preparatorio. Se le ha criticado a Ester por su temor a acusar al enemigo de los judíos en la primera ocasión, pero la sucesión de eventos justifica plenamente la decisión de aplazar su petición. Dios estaba preparando a Mardoqueo para sustituir a Amán.
Siempre es bueno hacer las cosas como Dios manda, tanto en la manera de hacerlas como en la elección del momento oportuno. A la pregunta del rey, Ester responde pidiendo su vida y la de sus compatriotas (más de un millón de personas). Pidió algo grande, algo importante, algo vital, y su petición abarcó mucho más que sus asuntos personales. Cuando acudimos al trono de la gracia, ¿qué pedimos?
Al responder a la pregunta del rey (v. 5Respondió el rey Asuero, y dijo a la reina Ester: ¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer esto?) podría haber dicho como Natán a David: “Tú eres aquel hombre” (2 S. 12:7Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl). El rey había firmado el documento que Ester citaba, pero ella acusó a Amán usando tres palabras fuertes que son, todas ellas, nombres de Satanás: enemigo, adversario y malvado (v. 6Ester dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina).