Este Salmo contrasta la fortaleza de Dios con la fragilidad del hombre; la eternidad de Dios con lo efímero del paso del hombre sobre la tierra. Esto último se compara con un sueño, con la hierba del campo y con un pensamiento fugaz (vs. 5,6,95 Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño, Como la hierba que crece en la mañana. 6 En la mañana florece y crece; A la tarde es cortada, y se seca. 9 Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento.).
Esta oración de Moisés pertenece, sin duda, al más antiguo de los salmos. En la oración hay conciencia del pecado del hombre y del furor de Dios en contra del mal. También está presente el contraste entre lo pasajero que es el hombre y lo perpetuo que es Dios.
Notemos seis peticiones y hagámoslas nuestras. Pidamos: enseñanza (v. 12Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.), perdón (v. 13Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos.), satisfacción (v. 14De mañana sácianos de tu misericordia, Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.), alegría (v. 15Alégranos conforme a los días que nos afligiste, Y los años en que vimos el mal.), gloria (v. 16Aparezca en tus siervos tu obra, Y tu gloria sobre sus hijos.) y que Dios confirme la obra de nuestras manos (v. 17Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; Sí, la obra de nuestras manos confirma.).
Recordemos que Moisés una vez pidió: “Te ruego que me muestres tu gloria” (Éx. 33:18El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.). Vio la espalda de Dios, pero no su rostro. Nosotros podemos ver “la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2 Co. 4:6Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.). Contemplemos esa gloria frecuentemente hoy y vivamos esta vida pasajera para la gloria de Dios.