Esta descripción poco común aparece tres veces en este salmo (vs. 7,11,127 Tú, temible eres tú; ¿Y quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira? 11 Prometed, y pagad a Jehová vuestro Dios; Todos los que están alrededor de él, traigan ofrendas al Temible. 12 Cortará él el espíritu de los príncipes; Temible es a los reyes de la tierra.), pero no perdamos de vista el amor y la gracia que salva “a todos los mansos de la tierra” (v. 9Cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar, Para salvar a todos los mansos de la tierra. Selah).
En los primeros versículos vemos a Dios entre su pueblo como Príncipe de paz que destruye todas las armas de sus enemigos. Luego viene una pregunta que debe hacernos pensar: “¿Quién podrá estar en pie delante de ti?” (v. 7Tú, temible eres tú; ¿Y quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira?). Los que rechazan y desprecian al Salvador no podrán estar en pie ante Dios cuando se levante a juzgar (Is. 2:19,21 19Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra. 21y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra. ; Ap. 6:17porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?). Cuando el apóstol Juan vio al Señor en la isla de Patmos, cayó “como muerto a sus pies”, pero sintió la mano y escuchó la voz del Omnipotente diciéndole: “No temas” (Ap. 1:17Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;).
El poder y la palabra del Señor nos permiten estar en pie ante él. Otra frase importante es esta: “Ciertamente la ira del hombre te alabará” (v. 10Ciertamente la ira del hombre te alabará; Tú reprimirás el resto de las iras.). Tanto Faraón (Éx. 9:14,16,2914Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas a tu corazón, sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra. 16Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra. 29Y le respondió Moisés: Tan pronto salga yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra.), como Senaquerib (Is. 37:23,2923¿A quién vituperaste, y a quién blasfemaste? ¿Contra quién has alzado tu voz, y levantado tus ojos en alto? Contra el Santo de Israel. 29Porque contra mí te airaste, y tu arrogancia ha subido a mis oídos; pondré, pues, mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.) acometieron con ira contra el pueblo de Dios, pero Dios jamás perdió el control de las circunstancias.
Estos reyes impíos, aun sin saberlo, estaban cumpliendo propósitos divinos.