Para respaldar la veracidad del evento que está por relatar, Lucas se ocupa de anotar eventos históricos contemporáneos (1:5Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet.; 2:1,21Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. 2Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.; 3:1,21En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, 2y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.). Quería dejar asentado que “cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo” (v. 6Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.; Gá. 4:4Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley).
El mensaje de los ángeles marca también esta verdad, pero da otros matices: es Cristo, el ungido de Dios, y es Salvador. Por eso estaría como cordero en un pesebre y lo encontrarían envuelto en pañales, rodeado de pobreza, porque había escogido este camino de dolor y desprecio, despojándose a sí mismo para vestirnos a nosotros de su gloria (Fil. 2:7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres), y haciéndose pobre para enriquecernos (2 Co. 8:9Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.).
El canto del coro angelical nos habla de tres realidades presentes, no condicionales:
1. La gloria que a Dios es dada en las alturas.
2. El deseo de Dios para esta tierra: paz.
3. La disposición de Dios hacia todos los hombres: buena voluntad.
La paráfrasis más común de este canto navideño reduce las últimas dos a una proposición condicional que dice que Dios dará paz si el hombre muestra buena voluntad. ¡Gracias a Dios que esto no es así!