A primera vista ésta parece ser la oración de cualquiera que siente dolor profundo y eleva sus ojos al cielo en busca de ayuda. Pero no es la oración de un hombre cualquiera; es la oración extraordinaria de un hombre extraordinario. Vemos aquí a “Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas” (Heb. 5:7Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.).
Hay tres divisiones:
1. La Condición del que sufre (vs. 1-11Ir a la Biblia en línea). ¡Cuántas metáforas la describen! Humo, tizón, hierba, pelícano, pájaro solitario, sombra que se va. Cuando no se olvidaba de comer su pan, éste le sabía a ceniza. Bebía lágrimas con sus alimentos.
2. El Consuelo del que adora (vs. 12-22Ir a la Biblia en línea). Hay consuelo al meditar en lo que Dios ha hecho en Sión (o para con su iglesia, el día de hoy).
3. La Confianza del siervo (vs. 23-2823 El debilitó mi fuerza en el camino; Acortó mis días. 24 Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días; Por generación de generaciones son tus años. 25 Desde el principio tú fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. 26 Ellos perecerán, mas tú permanecerás; Y todos ellos como una vestidura se envejecerán; Como un vestido los mudarás, y serán mudados; 27 Pero tú eres el mismo, Y tus años no se acabarán. 28 Los hijos de tus siervos habitarán seguros, Y su descendencia será establecida delante de ti.). Hay gran diferencia entre el principio de esta oración y el final. El clamor se vuelve cántico de confianza.
En Hebreos 1:10-1210Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. 11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, 12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán. estos versículos se aplican a Cristo para mostrar su deidad. Cristo es inmutable (v. 27Pero tú eres el mismo, Y tus años no se acabarán), por lo tanto, nosotros sus siervos podemos habitar seguros (v. 28Los hijos de tus siervos habitarán seguros, Y su descendencia será establecida delante de ti.).