MARZO 15

Lucas 15:11-32Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“POR TU CORAZÓN NO ARREPENTIDO”

El capítulo 2 de Romanos resume la actitud del hermano mayor. Juzgaba a su hermano y menospreciaba las riquezas de la benignidad del padre (vs. 28-30 28Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. 29Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. 30Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo; Ro. 2:3,43¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? 4¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?). Esta era la actitud del judío en su corazón no arrepentido (Ro 2:5Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios). Notemos ahora tres actitudes del corazón arrepentido:

1. “Volviendo en sí” (v. 17Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!). Primero los placeres y después las penas tenían al hijo pródigo alejado de la realidad. El primer paso es reconocer la condición en que nos encontramos, por eso Pablo empieza hablando de la ira de Dios (Ro. 1:18Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti). Es necesario creer que Dios dice la verdad al establecer que soy pecador (Ro. 3:23por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios).

2. Razonando. ¡Qué diferencia entre la casa del padre y su condición en la tierra lejana! (v. 17Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!). Debemos aceptar que Dios es benigno y misericordioso. Son los jornaleros, no sus vecinos los que tienen abundancia de pan. Si busco misericordia de Dios, ¿no es razonable que me entregue como siervo?

3. Volviendo a la casa del padre (v. 20Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó). Es necesaria una confesión. Ésta incluirá mi pecado, mi condición (indigno) y mi necesidad (hazme).

“El Sembrador”
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