El capítulo abre y cierra con la misma frase: “Alcanzaron buen testimonio” (vs. 2,392Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. 39Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido). Ciertamente lo lograron mediante la fe, pero una fe manifestada en obras.
Es así que leemos que Moisés “dejó a Egipto” (v. 27Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible); el pueblo “celebró la pascua” (v. 28Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos); los israelitas “pasaron el Mar Rojo” (v. 29Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados); rodearon siete días a Jericó (v. 30Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días); Rahab recibió “a los espías en paz” (v. 31Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.) etc.
Notemos también que la fe hace visible lo invisible (v. 27Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.); trae al presente lo que es de la eternidad (v. 1Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve); mide lo infinito (v. 26teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.), pero no hace existir lo que no existe: eso es superstición.
Teniendo, pues, una fe capaz de hacer todo esto, nuestras acciones han de ser diferentes por haberla ejercitado. Tal como el médico que se apoya en los rayos X y otros análisis para hacer su diagnóstico y prescribir el tratamiento más acertado, encontrando en la mejoría de su paciente un testimonio a su capacidad como médico, así nosotros obtendremos buen testimonio si usamos la fe.
¿Tenemos “buen testimonio” de que somos hijos de Dios?