Hoy podemos aprender tres lecciones importantes:
NABUCODONOSOR recibió un sueño porque le “vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir” (v. 29Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser). Dios responde a la inquietud por saber el futuro, pero lo hace sólo para el que tiene el corazón dispuesto para confesar la grandeza del que “revela los misterios” (v. 47El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio.).
DANIEL escoge sus palabras para que toda la gloria sea de Dios (vs. 27-30 27Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. 28Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama: 29Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser. 30Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón.). Daniel es sólo una parte del plan de Dios para que Nabucodonosor entienda los pensamientos de su corazón.
CRISTO es la piedra que derriba la estatua al hacer impacto en el punto de más inestabilidad del gobierno humano. El gobierno vendrá a posar sobre los hombros de Cristo y bajo su cetro habrá paz y justicia.
En el diseño de la imagen, el ir de oro a hierro nos dice que cada reino es inferior en magnificencia, pero también nos dice que cada uno es superior en fuerza. También, si pensamos en densidades, la mayor pertenece al oro. El añadir barro, habla de mixtura e impureza. Todo esto tiene su significado histórico–profético como lo iremos notando al continuar la lectura del Libro de Daniel.