La fecha probable en que fue escrita esta profecía es después del capítulo 13 del Libro de NehemíasIr a la Biblia en línea (sitio externo) que narra la decadencia de Israel.
En nuestra lectura hay un diálogo entre Dios y su pueblo (v. 6El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? ).
Hay preguntas insensatas por parte de Israel y preguntas incisivas de parte de Dios que demandan respuesta inmediata, tanto de Israel como de nosotros: (a) “¿Dónde está mi honra?”, (b) “¿Dónde está mi temor?” Los israelitas estaban ofreciendo a Dios lo peor de lo que tenían y esto ofendía la santidad de Dios y lo llevó a preguntar: (c) “¿Aceptaré yo eso de vuestra mano?” (v. 13Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová).
A nuestra mente tal vez venga el pensamiento de lo insensato que fue Israel, pero hagamos de cuenta que Dios nos está preguntando lo mismo a nosotros. Dios nos puede decir: Yo soy tu Padre, ¿cuánto me honras? Soy tu Señor, ¿cuánto me temes?, ¿cuánto me sirves? ¿Qué podemos responderle nosotros?
En cuanto a la profanación de la mesa del Señor, tal vez no hemos dicho lo del versículo 12Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable., pero hemos pensado: Soy indigno. Esto es hacer caso omiso de lo que el Señor ha hecho en nosotros (1 Co. 6:11Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.; Heb. 10:10,1410En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. 14porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.). ¿Cómo es lo que traemos al Señor? Algo enfermo, cojo o ciego no debe ser para él. Sirvámosle mejor trayendo frutos dignos de su grandeza porque no va a aceptar menos (vs. 13,1413Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová. 14Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.).