MAYO 4

Daniel 7:1-18Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

ESTADISTA — PROFETA

Hemos visto a Daniel como estadista, hoy lo comenzamos a ver como profeta. Notemos que fue las dos cosas simultáneamente (8:27Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía. y las fechas de cada visión).

Esta profecía y la visión de Nabucodonosor (2:31-3531Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. 32La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; 33sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. 34Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. 35Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.) abarcan los mismos cuatro imperios universales, pero son ojos diferentes los que ven, tras la lente profética, los mismos eventos. El ojo del monarca ve gloria y poderío, pero el ojo de Dios ve bestias, sin corazón ni dignidad, oprimiendo a sus súbditos y destruyendo todo lo que es noble.

Para aquellos que ven la voracidad e injusticia y se preguntan: ¿Dónde está Dios?, tenemos la parte final de esta visión donde leemos que “el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos” (v. 10Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos; 4:34Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.).

Sepa, pues, el hombre, que todas sus acciones están escritas en los libros y serán traídas a juicio. Allí se verá lo que algunos hombres buscan hoy: justicia en la tierra.

Pero si busco justicia en mi corazón, la puedo tener desde hoy como vemos en Romanos 5:1Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. “Justificados por la fe podemos tener paz con Dios”.

“El Sembrador”
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