Habiendo reposado la tierra sus setenta años (9:2en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años.) regresarían a ella. Terminaría su cautiverio, pero no su disciplina. Muchas veces fue profanado el templo cuando los reyes de Israel y Judá iban tras la idolatría; Dios ahora permitiría que un pagano, el cuerno pequeño que creció (v. 9Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa.), profanara el templo de los hebreos en el tiempo cuando ellos sentirían un celo intenso por guardar los ritos mosaicos.
La lección la aprenderían cuando ellos sintieran abominación al ver que esto sucedía. Vendría entonces la pregunta: ¿Qué no sintió Dios cuando el pueblo profanaba a diario su santo templo (Mal. 1:13Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová. ; 2:11Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación; porque Judá ha profanado el santuario de Jehová que él amó, y se casó con hija de dios extraño.)?
¿Qué hacemos nosotros con lo que Dios ha apartado y santificado? No esperemos hasta que Dios tenga que llegar a este extremo para enseñarnos nuestra lección.
El carnero y el macho cabrío son agentes de Dios para ejecutar su disciplina sobre el pueblo escogido. Esta disciplina aún no ha terminado; el cuerno pequeño figurado por Antíoco Epífanes, aún no ha cumplido todo lo profetizado de él. Su levantamiento contra el Príncipe de los príncipes aún está en el futuro. Sucederá “cuando los transgresores lleguen al colmo” (v. 23Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas), y esto ya ocurre delante de nuestros ojos.
Dos fuerzas no humanas se ven en la historia: Satanás (v. 22Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.) y Dios (v. 25Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana). ¿Cuál se ve en el centro de nuestra vida?