MAYO 9

Daniel 10:1-21Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“LAS REGIONES CELESTES”

Podemos encontrar un buen ejemplo para nosotros al estudiar el comportamiento de Daniel. Por su ancianidad ya no regresó con los exiliados y no celebró la pascua (mes 1, día 14) ni los ázimos (mes 1, días 15-21), pero sí preparó su corazón con el ayuno propio de estas fechas y se afligió al ver la desolación que reinaba en Jerusalén. Notemos su actitud frente a Dios y su respuesta maravillosa: “Hable mi señor, porque me has fortalecido” (v. 19y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido).

Para nuestro consuelo comparemos la teofanía que vio Daniel (vs. 5,65Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz. 6Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.) con la de Ezequiel (Ez. 1Ir a la Biblia en línea (sitio externo)) y con la del apóstol Juan (Ap. 1Ir a la Biblia en línea (sitio externo)), y pensemos que el mismo Dios que vieron ellos está a nuestro lado.

Para entender algo de las fuerzas en las regiones celestes (Ef. 6:12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes), analicemos las actividades de los príncipes de Persia, Grecia e Israel (vs. 13,20,2113Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. 20El me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá. 21Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.). También están: el que tenía semejanza de hombre (v. 18Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció) y el que tocó a Daniel (posiblemente Cristo y Gabriel).

Nosotros pensamos que nuestras luchas contra el mal son largas y penosas, pero un estudio de estos acontecimientos nos llevará a ver que en las “regiones celestes” las luchas son aún mayores. ¡Qué consuelo saber que tenemos a nuestro lado a Cristo y a sus ángeles!

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
Apartado Postal 28,
94300, Orizaba, Ver., México.
xm.gro.rodarbmesle@rodarbmesle