Hoy leímos las dos últimas etapas de la alegoría de ayer:
5. Dios pasa sentencia sobre Israel y dos son las razones: un corazón inconstante (v. 30¡Cuán inconstante es tu corazón, dice Jehová el Señor, habiendo hecho todas estas cosas, obras de una ramera desvergonzada) y una mente que olvidó los días de su juventud (v. 43Y saciaré mi ira sobre ti, y se apartará de ti mi celo, y descansaré y no me enojaré más.). Un corazón que ama y una mente que recuerda son los pilares de la fidelidad. Su corazón, ni aun con sus amantes fue constante. Esto lo notamos en las alianzas que hizo con las naciones vecinas. Su mente sólo recordaba las bendiciones de ser sacada de la esclavitud de Egipto y llevada por el desierto. No recordaba al Dios que la libró ni los años de disciplina durante la época de los jueces.
6. Dios se acuerda de su pacto, vuelve a buscar a su pueblo y establece un nuevo pacto con él. En este nuevo pacto estamos incluidos nosotros, pueblos extraños a Israel, y por éstos ella será puesta en vergüenza (vs. 61-6361Y te acordarás de tus caminos y te avergonzarás, cuando recibas a tus hermanas, las mayores que tú y las menores que tú, las cuales yo te daré por hijas, mas no por tu pacto, 62sino por mi pacto que yo confirmaré contigo; y sabrás que yo soy Jehová; 63para que te acuerdes y te avergüences, y nunca más abras la boca, a causa de tu vergüenza, cuando yo perdone todo lo que hiciste, dice Jehová el Señor.; Ro. 11:11Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.).
La base de este pacto es nuevamente la misericordia de Dios, pero su ofrecimiento no es a todo aquel que HACE (ley) sino a todo aquel que CREE (gracia). Israel será puesta en vergüenza porque nosotros, que ignorábamos las misericordias de Dios, hemos creído en él antes que ella, que vivió a su lado.