Desde el salmo primero hemos leído de los malos, impíos e injustos. Aquí se resume mucho de lo dicho sobre ellos en todo este Libro de los Salmos:
1. La lengua del impío (vs. 1-31 Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; Guárdame de hombres violentos, 2 Los cuales maquinan males en el corazón, Cada día urden contiendas. 3 Aguzaron su lengua como la serpiente; Veneno de áspid hay debajo de sus labios. Selah). Las calumnias y contiendas nacen en el corazón, pero se difunden con la lengua.
2. Las manos del impío (vs. 4,54 Guárdama, oh Jehová, de manos del impío; Líbrame de hombres injuriosos, Que han pensado trastornar mis pasos. 5 Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; Han tendido red junto a la senda; Me han puesto lazos. Selah). Estas esconden cuerdas, tienden redes y ponen lazos para hacer caer al justo.
3. Los pensamientos del impío (vs. 6-86 He dicho a Jehová: Dios mío eres tú; Escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos. 7 Jehová Señor, potente salvador mío, Tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de batalla. 8 No concedas, oh Jehová, al impío sus deseos; No saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca. Selah). Son sólo y siempre malos.
4. El destino del impío (vs. 9-119 En cuanto a los que por todas partes me rodean, La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza. 10 Caerán sobre ellos brasas; Serán echados en el fuego, En abismos profundos de donde no salgan. 11 El hombre deslenguado no será firme en la tierra; El mal cazará al hombre injusto para derribarle.). Brasas caerán sobre su cabeza, será echado al abismo de fuego y el mal que pensó para otro, lo cazará a él, derribándolo.
5. Los vencedores sobre el impío (vs. 12,1312 Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido, Y el derecho de los necesitados. 13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre; Los rectos morarán en tu presencia.).
Jehová se hace cargo de la causa del afligido y calumniado. Es triste cuando somos calumniados por nuestros hermanos como sucedió con David en manos de Saúl, Simei y otros de sus paisanos. Satanás es el acusador de los hermanos y el padre de la mentira. Alguien dijo: “Si alguna vez se ríe Satanás ha de ser cuando ve a un creyente ayudándole a hacer su trabajo”.