FEBRERO 1

Salmo 141:1-10Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“SUBA MI ORACIÓN... COMO EL INCIENSO”

David desea ser oído y desea que su oración sea acepta delante de Dios. Él no tenía las promesas que tenemos nosotros que nos aseguran que el Padre nos oirá cuando oramos en el nombre y confiando en la virtud de Cristo. Hay varias peticiones que debemos hacer nuestras: “Pon guarda a mi boca...; guarda la puerta de mis labios” (v. 3Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios.). “No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, a hacer obras impías” (v. 4No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites.).

Nuestras palabras son el eslabón entre nuestros pensamientos y nuestras acciones. Nos hace falta tener cuidado con las tres cosas: lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos. Sólo la gracia de Dios nos puede ayudar a considerar como un favor el que alguien nos reprenda o castigue. Nuestra carne siempre considera esto como una afrenta.

“Caigan los impíos a una en sus redes” (v. 10Caigan los impíos a una en sus redes, Mientras yo pasaré adelante.), nos hace pensar en la historia de Amán (Est. 5:1-41Aconteció que al tercer día se vistió Ester su vestido real, y entró en el patio interior de la casa del rey, enfrente del aposento del rey; y estaba el rey sentado en su trono en el aposento real, enfrente de la puerta del aposento. 2Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester y tocó la punta del cetro. 3Dijo el rey: ¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará. 4Y Ester dijo: Si place al rey, vengan hoy el rey y Amán al banquete que he preparado para el rey.; 7:10Así colgaron a Amán en la horca que él había hecho preparar para Mardoqueo; y se apaciguó la ira del rey.), que murió en la horca que él mismo diseñó y construyó para Mardoqueo. El que confía en Dios, pasará adelante.

Vivamos este día conforme a las primeras palabras del versículo 8Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos; En ti he confiado; no desampares mi alma. que son como las de Hebreos 12:1,21Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios..

“El Sembrador”
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