Nuevamente leemos que el Señor se “conmovió en espíritu” (v. 21Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.; Marzo 13“MIRAD CÓMO LE AMABA”
(Juan 11:1-44)), aunque aquí no es por los efectos del pecado, sino por la esclavitud en que cae el hombre que desprecia a su Dios. El Señor pensaba en las profecías que se cumplirían cuando Judas lo entregara por treinta piezas de plata. También dentro del mismo cuadro de tristeza está lo que haría Pedro que, lejos de su Maestro, caería en tentación y negaría a su Señor (v. 38Jesús le respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.).
Pero observemos dentro de este cuadro de traición y negación, que nos habla de lo débil y fluctuante que es el corazón humano, que el Maestro no se desespera. Conoce a su Dios, su Padre, y sabe que el poder del Espíritu hará una gran diferencia (entonces Pedro seguiría fielmente al Señor). Es por esto que sigue sus lecciones y esta vez habla del amor (vs. 31-3531Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él. 32Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará. 33Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir. 34Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. 35En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.) que va ligado con la humillación y el servicio que les enseñó en forma práctica al lavarles los pies (13:14Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.).
Nuevamente la frase: “Como yo...” (13:15,3415Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 34Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.) tiene una lección para nosotros que hemos de hacer discípulos en nombre del Maestro (1 Co. 11:1Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.).