Juan, en forma singular nos relata:
1. “Y habiendo inclinado la cabeza” (v. 30Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.). Contrastándolo con Lucas 9:58Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza., esto nos dice que el Hijo del Hombre no descansó hasta que consumó su obra (v. 30Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.). ¡Hermosa lección de sacrificio y abnegación que nos ha sido dejada como ejemplo (1 P. 2:21Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas)!
2. “Y al instante salió sangre y agua” (v. 34Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.). Esto lo comenta en su epístola (1 Jn. 5:6Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad.). Juan el Bautista bautizaba en agua, que hablaba de arrepentimiento; el Señor venía predicando de un poder: el Espíritu (7:39Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.), y de una virtud: el Hijo del Hombre levantado (3:14Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.) que habla de su muerte y de su sangre vertida. Sangre y agua hablan de poder y virtud; justificación y santificación; redención y regeneración, etc. El poder en la sangre era especialmente importante para Juan. Meditemos en ello hasta encontrar el por qué.
3. “Un sepulcro (virgen) nuevo” (v. 41Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno.). Éste está ligado con José de Arimatea y es significativo que otro José, el de Nazaret, está ligado con el seno de una virgen, ambos usados por Dios para guardar el cuerpo del Redentor.
¿Qué tengo yo, cual otro José, que presentar al Señor?