ABRIL 15

Números 12:1-16Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LA ENVIDIA

María era profetiza, Aarón era el sumo sacerdote, pero su envidia los lleva a hablar contra Moisés. La envidia es un pecado terrible. Por ella José fue vendido, David fue perseguido por Saúl y los sacerdotes entregaron al Señor para ser crucificado. Este pecado tan aborrecible es lo contrario al amor (1 Co. 13:4El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece).

¡Qué consuelo tan grande traen a un siervo de Dios, que es despreciado, las palabras del versículo 2Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.: “Y lo oyó Jehová”!

¡Qué solemne advertencia al que se atreve a desprestigiar a un siervo de Dios con chismes y mentiras! ¡Qué castigo tan humillante sufrió María! Esto es lo que sucede:

1. Se interrumpe la comunión con Dios (v. 10aY la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.). El pecado contamina y priva de bendición a toda la congregación.

2. La inmundicia se hace evidente (v. 10bY la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.). El pecado interno se manifiesta en lepra y María es echada fuera del campamento por siete días.

3. Se entorpece la marcha del pueblo (v. 15Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos.). El pecado de Acán, más tarde, sería causa de la derrota del ejército de Israel. En la iglesia, el pecado frena el progreso y la producción de fruto (Sal. 139:23Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos).

“El Sembrador”
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