Hay tres lecciones en este pasaje:
El sacerdocio debe ser santo, pero la realidad humana es otra. El capítulo anterior y acontecimientos posteriores como la maldad de los hijos de Elí (1 S. 2:22-2522Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión. 23Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. 24No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. 25Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir.) lo comprueban. El pecado de los sacerdotes tenía que ser expiado.
2. Las recompensas del sacerdocio (vs. 8-19Ir a la Biblia en línea).
Dios le dio a Aarón y a sus hijos, además de la ayuda de los levitas, el cuidado del altar y el don del sacerdocio; el cuidado de las ofrendas, el privilegio de comer en el santuario y las primicias de todas las cosas. Dios declara que esto es “pacto de sal perpetuo” (v. 19Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren a Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu descendencia contigo.). Los dones de Dios son irrevocables (Ro. 11:29Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.).
3. La herencia del sacerdocio (vs. 20-32Ir a la Biblia en línea).
Aarón no tenía herencia ni parte en Israel, pero Dios le dice: “Yo soy tu parte y tu heredad”, así que podía decir como el salmista: “Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa” (Sal. 16:5Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte.). Los levitas no tenían propiedades, pero tenían por heredad los diezmos y debían dar los diezmos de los diezmos a Aarón. Es así cómo la mejor parte, la buena parte, era para Aarón. Como los levitas, demos todos nosotros lo mejor a nuestro Sumo Sacerdote.